La historia de Antonella Slame la muestra unida al rugby desde chica. Siguiendo a su hermanito se contagió la pasión por este deporte y por la ovalada, lejos del ideal de deporte que haría cualquier chica de su edad. En Natación y Gimnasia, club que no tenía rugby femenino en ese momento, se animó a los primeros tackles, corridas y golpes, sola, entre varones.
Cuando las reglas le impidieron seguir jugando con chicos, Antonella pasó a Cardenales, una institución con fuerte peso en el rugby para las chicas, hasta que hace poco más de un año llegó a Aguará Guazú, su actual club al que tiene que hacer m´s de 100 kilómetros cada vez que hay que entrenar o jugar.
Antonella hoy vive junto a otras chicas, el sueño de integrar el seleccionado nacional juvenil que está preparándose para conseguir su lugar en los Juegos Olímpicos de la Juventud que se harán el año que viene en Buenos Aires.
Esta es su historia: