Durante los últimos dos meses, el creciente y pujante rugby femenino del país concentró su actividad en un torneo virtual en el que participaron equipos de todas las regiones. La imposibilidad de competir en la cancha, debido al aislamiento social obligatorio, motivó la búsqueda de una actividad que dejó muchos aspectos positivos: unión, camaradería, lazos sociales y la motivación para seguir esperando el regreso a las canchas.
El campeonato contó con tres etapas: provincial, regional y nacional. Los equipos se enfrentaban en encuentros a través de zoom, donde competían en juegos de habilidades, preguntas acerca de reglamentos e historia, además de una votación a través de redes sociales. La sumatoria de puntos en cada una de estas instancias decretaban a las ganadoras.
La última semana, tuvo lugar el ICBC Nacional de Clubes Femenino Virtual, última etapa del certamen, en el que participaron los 16 equipos surgidos de las dos fases previas.
Universidad Nacional de Salta (UNSA) fue quien terminó ganando el torneo, imponiéndose en la final a Jockey Club de San Juan. “Esta competencia nos dejó muchas enseñanzas al igual que cualquier otro torneo en el que participamos. Fue clave en esta época de distanciamiento físico, más que social, para mantener unido al equipo”, cuenta María Cabaña, capitana del equipo campeón.
“Más allá de ganar o perder, siempre hubo un tercer tiempo después de los partidos en las que compartimos lindos momentos con las rivales. Tuvimos muchas invitaciones a todos los clubes con los que jugamos, así que tenemos que armar una gira por todo el país”, expresó la líder de UNSA.
Erica Morales, capitana de San Patricio de Corrientes que llegó hasta las semifinales aseguró que el torneo, además de ser muy divertido, fue muy útil en este momento de aislamiento y cuarentena ya que les permitió mantenerse activas a pesar de no poder entrenar e hizo que el equipo se una a pesar de la distancia. Otro de los puntos destacados fue que gracias al desafío de las preguntas sobre reglamento e historia del rugby, hubo un gran aprendizaje. “Por las ganas de jugar, muchas veces nos olvidamos de estos detalles de las reglas que son fundamentales, ahora cuando volvamos, vamos a poder desenvolvernos mejor en la cancha”, consideró.
Abigail Echavarri, es jugadora de Gimnasia y Esgrima de Ituzaingó, representante de la URBA, remarca que el Nacional de Clubes Virtual “nos dejó un gran aprendizaje. Nos hicimos más fuertes como equipo sacando adelante un montón de situaciones. Estar detrás de una pantalla no es lo mismo que en persona. Fuimos resilientes en esta etapa que nos toca vivir”.
“Tanto la relación con las chicas que jugamos como con los Oficiales Provinciales de Desarrollo fue muy buena, respetuosa y positiva. A pesar de la distancia nos acercamos un poco más con otros equipos”.
Marabunta alcanzó los cuartos de final y su entrenador Sergio Pilia destacó: “Este torneo nos permitió estar más conectados en estos tiempos en que está más complicado juntarse físicamente. Trabajamos en equipo para preparar videos, estudiamos el reglamento y esto unió mucho al grupo. Las chicas laburaron un montón”.
A la hora de armar los equipos para participar había una votación del equipo para elegir a sus representantes en cada fecha. Mayra Genghini, ex jugadora del Seleccionado Nacional, que forma parte del plantel de Marabunta, participó junto a sus compañeras y como relata Amalia Zavala (jugadora y árbitro de Jockey de San Juan), “la presencia de Mayra compitiendo me pareció un acto de humildad y sencillez y amor a su club. Que sus compañeras vean que una jugadora que estuvo en el seleccionado se prenda en este torneo, suma mucho”.
Pilia también remarcó: «Hubo una muy buena relación con los equipos con los que jugamos, de mucha cordialidad. Cuando perdimos con UNSA, hicimos un tercer tiempo por zoom y muchas de las chicas que nos habían ganado, se sumaron para charlar y pasar un rato. También algunas chicas de otros clubes de la región como Valle medio y Trelew se conectan a algunos de nuestros entrenamientos virtuales”.
“Lo más importante que nos quedó de este torneo, es que pudimos reencontrarnos como equipo. Por todo lo sucedido en este año no estuvimos muy activas en el grupo, y esto hizo que empezáramos a fijar nuevas metas y objetivos”, cuenta Martina Pereyra del Jockey de San Juan.
“Empezamos siendo tres chicas las interesadas por la competencia virtual y logramos motivarlas y así lograr que en la última fecha estuviésemos todas unidas luchando por el mismo objetivo, quizás no todas participaron por zoom pero todas colaboraron desde donde pudieron. Se notó un gran cambio anímico en todas las jugadoras para positivo”.
Miramar Rugby Club fue el representante de la Región Pampeana que llegó hasta los cuartos de final. La capitana de “Las Medusas”, Rocío López afirmó: “Conocimos a chicas de diferentes provincias y hubo mucha buena onda. Nos divertimos en todos los partidos que jugamos y ya tenemos organizadas futuras giras”.
Al igual que otros equipos, Rocío comentó que las preguntas del reglamento que hubo en cada uno de los cruces, ayudó a reforzar el estudio del mismo.