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Jugadores con un común denominador

Jugadores con un común denominador

Se desarrolla por espacio de una semana una nueva Concentración Nacional Juvenil. En esta oportunidad, las instalaciones en perfectas condiciones del Carlos Paz Rugby Club son las que se prestan para que las misma se lleve a cabo, con -tras alguno que no pudieron venir por diferentes razones y otros que se sumaron a posteriori, 57 jugadores de dieciséis uniones convocados.

Justamente, con cuatro de ellos, con diferentes uniones, diferentes presentes y también pasados inmediatos, dialogamos para saber sus sensaciones luego de cuatro días de intenso trabajo.

En primer término, charlamos con Rodrigo Isgro, Centro/Wing de Mendoza RC de la Unión de Rugby de Cuyo. De los cuatro, el más «experimentado» en estas lides. A pesar de su juventud, ya juega en la Primera de su club y ya participó de anteriores concentraciones nacionales: «Desde un primer momento pensé en disfrutar y seguir aprendiendo. Ahora, hay que seguir tranquilo y entrenando duro y aplicando lo que aprendí en febrero, en la anterior concentración previa al Mundial».

«Y, hay diferencias entre la primera de tu club y esta concentración. Hay exigencias de los dos lados: en el club mis entrenadores son Fede Méndez y Viazzo, y son ambos muy exigentes y además, al jugar en Primera hay presión lógica. Por supuesto, estar en una Concentración Nacional tiene un plus tremendo que, a esa exigencia, se le suma la intensidad del juego. Y me encanta sentir la presión buena, la puedo manejar y me encanta entrenar con esta intensidad».

«Me acuerdo que la pretemporada de febrero fue dura, muy a fondo. Y yo sabía que esa intensidad, era de base. Que todo había que hacerlo más rápido y cada vez mejor aún. Acá, además de eso que sigue, nos agregaron para aplicar las acciones norte, acciones que no requieren un talento específico, pero que son básicas para que esa intensidad rugbística que queremos aplicar sea aún más eficiente».

«La conviencia es espectacular. Así lo describo. Es genial poder conversar y compartir con chicos de tu edad de otras uniones, de otras provincias, de otras realidades… yo siempre pensé que hacía un esfuerzo bárbaro, pero algunos de los chicos te cuentan sus historias para ir al Pladar a entrenar porque no está en su unión y la verdad, tomé conciencia de lo afortunado que soy y de lo que hacen otros chicos para poder mejorar y estar en una concentración nacional y mejorar su rugby. Es un grupo numeroso, pero genial, de gran camaradería y amistad«.

Lucas Bur es Segunda línea de Jockey Club de Rosario y es uno de los más chicos (de edad) del plantel. En febrero pasado estuvo en un entrenamiento del grupo en la Concentración que se llevó adelante en Rosario y ésta es su segunda experiencia. Juega en la M17 de su club.

«Fue una sorpresa muy grande volver a estar convocado, no me lo esperaba. Hay chicos dos años más grandes que yo. Me alegré mucho con la convocatoria. Acá hay jugadores que ya han jugado un Mundial… Estoy muy contento, muy feliz».

«Por mi puesto, hay cosas que me faltan y que todavía tengo para desarrollar. Acá, todos están pendientes de que las cosas te salgan cada vez mejor. Me gusta mucho el rugby, miro mucho y trato de asimilar no sólo lo que me enseñan, sino que al mirar, busco aprender».

«Siempre jugué con camadas más grandes, hasta este año. Y esta preparación que tengo ahora y que estoy jugando con los chicos de mi camada la verdad es que me veo bien, aunque por supuesto, con lo que me resta aprender. Creo que estoy creciendo como jugador y como persona».

«En cuatro años -ahora tengo 17- ojalá pueda haber procesado en mi puesto y ya estar jugando en la primera del club. Como decía antes, sé que me falta aprender un montón y acumular experiencia es algo importante. Por eso no me apuro. Entiendo que esto es paso a paso, de a poco. Pero estar en esta concentración me da mucho conocimiento en relativamente poco tiempo y está bárbaro, porque acá el rugby que entrenamos es un rugby de una intensidad muy diferente a lo que hacemos en el club. Acá es todo mucho más intenso, fuerte, en la zona de contacto es a fondo. Y hay muchas cosas que son básicas que no se necesita más que hacerlas y hacerlas y cada vez más rápido y mejor».

«La convivencia es muy buena. Los jugadores más grandes ayudan un montón, te hablan, te integran… si ven hay alguno que está como un poco más solo enseguida lo integran. Dan el ejemplo en todo y te vas haciendo amigos de muchos cada día. Charlamos bastante todos. Es genial estar con jugadores de todo el país, que después seguro te los vas a cruzar en algún torneo con el club o el seleccionado y ea amistad se mantiene«.

Juan Bautista Pedemonte es de Santiago Lawn Tennis y sí, es Tercera línea. Jugó el Argentino Juvenil con la selección de su Unión y su arenga final tras el último partido en el que consiguieron el ascenso a la Zona Campeonato fue una maravilla y sus declaraciones post partido, también, para un chico de ahora, 17 años. Esta es su primera convocatoria para una Concentración Nacional Juvenil.

«Tengo una sensación increíble, tremenda, feliz. Yo me entreno siempre y pensé muchas veces que si me entrenaba bien y hacia las cosas seriamente, en algún momento iab a tener una posibilidad como ésta y ahora no puedo más de la felicidad y alegría. Siento que el esfuerzo ha valido la pena y estar en esta Concentración ojalá me sirva -estoy seguro que si- para seguir mejorando en todos los aspectos.

«Lo que me llamó la atención ni bien llegué es que los jugadores que están acá tienen todos un tamaño que es enorme. Yo soy -como Lucas Bur- dos años más chico y bueno, me llamó la atención. En el aspecto rugbístico, acá hay una dinámica que es completamente distinta a la del club. Acá es muy diferente, todo se hace muy rápido y con una potencia increíble».

«Honestamente, creo que me adapté bien. Un poco lo pensaba antes de venir con el tema de la edad… pero en el partido que jugamos y en el contacto en entrenamiento, estuve cómodo».

«En Santiago Lawn Tennis, lo que han hecho Juan Manuel Leguizamón primero y luego Tomi Lezana y Facu Isa son ejemplos a observar. Todos nos esforzamos y ellos pusieron la vara muy alta y si, a veces nos preguntan por qué salimos tantos Terceras líneas del club y un poco es que ellos han demostrado que con esfuerzo y dedicación se puede ser tenido en cuenta».

«En la escuela afortunadamente, me va muy bien. Estudio para compensar cuando tocan estos días en los que estamos en la Concentración, o los días que viajo al Pladar en Tucumán, no perderlos. Con las faltas, he podido hablar con los directivos y ellos me apoyan en todo, me dicen que están orgullosos y yo entonces tengo que dar lo mejor de mí«.

 

Ale Scarselli es Pilar derecho. «Traté de izquierdo, pero me compliqué. Prefiero de derecho que juego siempre» dice. Juega en Calafate RC de Comodoro Rivadavia, de la Unión Austral y sí, se llama Ale. Al igual que Rodrigo Isgro, Lucas Bur y Bautista Pedemonte, la sonrisa cuando hablan es el común denominador. Están más que felices y no lo pueden disimular, aunque quieran.

«Para una unión como la nuestra (Austral) y con todo lo que padecimos como ciudad (las recordadas inundaciones en Comodoro Rivadavia) tener dos convocados en esta Concetración juvenil, es impresionante -También hay otro primera línea de su club, Ezequiel Uvieda- Y allá están todos pendientes: mis amigos, mis compañeros del club, las familias nuestras… todos. Y sí, te preguntan cómo es estar acá y yo, la verdad, estoy tan feliz que ya no sé como contarles lo que significa. Es una felicidad total».

«Acá, los entrenamientos son de una intensidad que, obviamente, no estoy acostumbrado ni ninguno de nosotros en nuestra región lo estamos. Se hacen a una velocidad y con una dinámica que bueno… cuesta adaptarse. Creo que estamos haciéndolo con mucho esfuerzo y buscamos acercarnos para hacer lo que los entrenadores nos piden que hagamos en los ejercicios. Pero si, sin dudas la intensidad es de una diferencia abismal».

«Todos los jugadores están perfectamente entrenados, físicamente nunca había visto chicos de mi edad tan grandes».

«Cuando vuelva a Comodoro voy a tratar de transmitir todos lo que aprendimos y nos queda por aprender acá, que es muchísimo. Ojalá pueda ayudar a pasar esos conocimientos«.

Cuatro historias diferentes que, acaso ya sea obvio decirlo, se entrelazan con algo simple: La alegría de estar y ser parte de un sueño que quiere ser realidad.