Diez años atrás la chispa del rugby comenzaba a prender en la ciudad de Berisso, ubicada junto al Río de La Plata en la provincia de Buenos Aires.
Enamorado de su ciudad y la ovalada, Emiliano “Gaita” Guzmán fue el motor que se puso en funcionamiento para armar el primer club de rugby de la zona. Lo acompañaban otros dos soñadores: Eduardo Silva y Omar Zapata.
Los primeros pasos se dieron convocando chicos a través de amigos, conocidos y empapelando la avenida principal de la ciudad con la novedad del comienzo de un deporte poco conocido. Y llegó el 11 de noviembre del 2010, día en que se produjo el encuentro fundacional del Berisso Rugby Club. La pelota comenzaba a moverse.
No fue fácil el comienzo. Los primeros jugadores tenían poco conocimiento del juego y no se contaba con un lugar propio. Sin embargo estas condiciones no fueron un impedimento. Las ganas y la tenacidad de sus fundadores, junto al entusiasmo de los primeros integrantes del club fueron más fuertes. El primer entrenamiento sólo tuvo a 10 jugadores, pero en poco tiempo se sumó más gente y se armó el primer equipo.
La cercanía con la ciudad de La Plata fue de gran ayuda. La Plata RC, San Luis y Albatros, tres de los clubes de la ciudad de las diagonales, acompañaron y apoyaron el nacimiento del Berisso Rugby Club. El primer año transcurrió con el aprendizaje, los entrenamientos y los partidos amistosos.
En 2012, la Unión de Rugby de Buenos Aires le dio la bienvenida al “Bulero”, que comenzó a competir en el grupo IV de esta unión con su primera división.
El empuje no se detuvo y con rifas, aportes de socios y padrinos, se juntó el dinero para confeccionar las primeras camisetas. Entre todos se eligieron los colores verde, blanco y azul.
Siguieron llegando cada vez más chicos de la ciudad y además de la División Superior, comenzaron a formarse los equipos de infantiles y juveniles. El club crecía.
Después de pasar por varios lugares como la pista de atletismo municipal, varios parques y escuelas, de la mano de la Iglesia “Santos Pedro y Pablo” que cedió un terreno, se materializó el sueño de la cancha propia, inaugurada en mayo de 2019 en un partido con Almafuerte.
La de Berisso Rugby Club es otra historia más de amor por el rugby, empuje, locura y mucha pasión. En una ciudad en que la ovalada no existía, en pocos años no solo se instaló, sino que hoy el club, ocupa un rol fundamental en la formación de chicos a través del rugby.