“Un club, una familia, un pueblo”. Bajo este lema nació y crece Cóndor Rugby Club. El pueblo: San José de Jáchal, enclavado en un valle precordillerano en el norte de la provincia de San Juan, a unos 160 kilómetros de la capital provincial.
El que cuenta la historia de este club que todavía no llegó a los tres años de vida es Jorge Meglioli, nacido en Jáchal: “Yo quería jugar al rugby, pero no había club acá. La difusión del deporte era poca, solo llegaba alguna información a través de las revistas y diarios de la época”.
En 1976, Jorge por fin pudo jugar al rugby. Viajó a estudiar a San Juan y lo primero que hizo, cuenta, fue buscar un club. Se unió al Huazihul Rugby club al tiempo que empezó a recorrer la carrera de gendarme, que lo llevaría a muchos destinos años depsués.
Con su derrotero por el país, Jorge fue llevando la ovalada a cada rincón al que arribaba. Malargüe y San Rafael fueron sus primeros destinos. Luego se trasladó a Tinogasta (Catamarca) donde formó el equipo de Inca Rugby Club que hoy tiene más de 20 años. Otra mudanza lo trasladó a jugar en Los Teros de la capital catamarqueña. También dejó huella de su pasión en Barreal.
En un nuevo traslado, el destino fue Buenos Aires. Por la cercanía de su vivienda, fue a jugar a Regatas Bella Vista para integrar el equipo de los veteranos. Conoció a Eduardo Fernández Gill y se sumó como mánager del Plantel Superior en el 2008. Allí siguió hasta 2017 cuando decidió regresar a Jáchal, su ciudad.
“Había un grupo que intentaba divertirse jugando al rugby. Me pidieron que me sume y así lo hice. Habían pasado 42 años desde que me había ido y no se había formado un club en mi ciudad”, recuerda Jorge.
“Les propongo dejar el rugby informal y armar un club. Por un convenio con el Aeroclub Jáchal, nos ceden terrenos y nos dan un gran impulso. Nos permiten hacernos socios y representarlos. Además de ellos, siempre tuvimos un gran apoyo del Municipio que es fundamental ya que hasta el día de hoy, nos prestan una combi para viajar cada vez que nos toca jugar de visitantes. Recorremos unos 300 kilómetros cada vez que salimos de Jáchal”.
El nombre del club tiene dos fundamentos, explica Jorge. “El cóndor es un animal autóctono de la zona, que vemos permanentemente sobrevolar nuestro territorio y además es el logo del Aeroclub que tanto tiene que ver con nosotros”.
“Aparecieron chicos para sumarse a la escuelita y muchas chicas. Por eso nos decidimos y en marzo de 2018 empezamos a jugar los torneos de la Unión Sanjuanina de Rugby. Fue un año de aprendizaje, con derrotas importantes pero con el resultado alentador que aprendíamos constantemente. Hay que remarcar que los chicos del club son todos del pueblo y nunca habían jugado al rugby”, agrega Meglioli.
En 2019 jugaron el torneo Promoción de la Unión de Rugby de Cuyo, en partidos de ida y vuelta con equipos del valle de Uco, General Alvear y San Rafael. “Crecimos en experiencia y logramos nuestro primer triunfo, pero siempre remarcamos que todo es enseñanza y aprendizaje”.
Si bien la pandemia frenó la competencia, Cóndor Rugby Club no descansa en trabajar para conseguir el suelo de la cancha propia. “De local jugábamos en una cancha de fútbol que la municipalidad nos presta y adaptamos para el rugby. Hoy estamos armando nuestra cancha en el predio del Aeroclub, con mucho apoyo de todos. El municipio nos prestó máquinas para trabajar el terreno y conseguimos tierra fértil”.
El espíritu de Jorge de llevar el rugby a todos lados sigue latente en los rincones de todo el club. El año pasado empezaron a difundir el deporte por la zona. “Llegamos a varios pueblos donde nunca vieron una pelota de rugby”, remarca Meglioli. Además, apoyan el rugby inclusivo jugando partidos con Dinos (los herederos de Pumas XV en la provincia) y con los equipos de algunas cárceles colaborando con la Fundación Espartanos”.
“Soy la cara de Cóndor, pero tengo al lado mío un grupo de chicos muy jóvenes que trabajan con muchas ganas para que esto vaya para adelante. Ellos son los que marcan el rumbo para ver que vamos camino a ser una institución que va a perdurar en el tiempo”.