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“El equipo mostró carácter y determinación”

“El equipo mostró carácter y determinación”

Aún resuenan los ecos de la memorable actuación de Las Yaguaretés, que sacudieron el continente al desplazar de sitial de privilegio a Brasil. El seleccionado argentino femenino le puso punto final a la dinastía brasilera, que se inició en el Campeonato Sudamericano de Venezuela 2004. Desde aquella primera competencia, hasta este último fin de semana en la ciudad de Asunción, Las Yaras jamás habían perdido, pero esta vez las capitaneadas por Paula Pedrozo fueron superiores, las vencieron en el encuentro decisivo (20-12) y se apropiaron de la corona.

Hace casi cuatro meses, el combinado argentino había dado un paso adelante al conquistar la medalla de Plata en la Qualy de Montevideo, pero el desafío en esta oportunidad era consolidar ese crecimiento. Y luego de los festejos, aún con las sensaciones a flor de piel, el head coach nacional, Nahuel García, realizó un minucioso análisis de lo sucedido en el Estadio Héroes de Curupayty: “Este era el último torneo del año, y nos habíamos planteado el objetivo de ganar los seis partidos, de levantar el nivel que habíamos tenido en Montevideo, con el cual estábamos conformes, pero sabíamos que el equipo podía dar más”, expresó el entrenador salteño.

A la hora de evaluar el duelo con las brasileras, García resaltó la superioridad exhibida y la importancia de aprovechar las oportunidades: “En términos de números, el equipo creció. Mejoramos nuestra defensa, recibimos menos tries en contra y logramos ser más efectivos en ataque. En el partido clave, que fue con Brasil, logramos dominar desde el principio y sacar una buena diferencia en el primer tiempo. Jugamos los siete minutos iniciales en territorio adversario, metimos mucha presión, tanto en ataque como en defensa, y sacamos el máximo provecho para marcar de cada oportunidad.

“El segundo tiempo -completó- fue más parejo, tuvimos algunos errores defensivos que terminaron en tries para Brasil, pero supimos aprovechar nuevamente nuestras oportunidades y terminamos siendo campeones. Más allá del título obtenido, que es significativo, el equipo mostró carácter y determinación ante un seleccionado de nivel y que tiene muchos años de un rugby de calidad en la región”, expresó el representante del Jockey Club de Salta.

De cara a la próxima temporada, García se mostró conforme con la cantidad y calidad de la competencia, pero remarcó la necesidad de seguir mejorando con vistas a lo que vendrá: “Se nos viene una temporada 2024 cargada de competencia, que era algo que realmente necesitábamos, y vamos a tener tres torneos Challenger para tratar de entrar al circuito mundial, y un torneo de repechaje olímpico, además de un Sudamericano. Será un año realmente intenso, con rivales de nivel físico, técnico y con velocidad de juego. Debemos trabajar puertas adentro para tener el mejor plan de preparación y descanso para las chicas”, sostuvo el head coach de los planteles nacional femeninos.

En referencia las cosas por mejorar, García puso el foco en las destrezas y en la velocidad del juego: “Es el momento de analizar las características del rugby que se viene, que es de otro nivel, con aspectos físicos que demandan un juego de mayor intensidad, pero también con equipos con características diferentes. Vamos a tener una dura tarea para poder armar un plan de juego que se adapte al potencial y las características de nuestras jugadoras, pero también al tipo de rivales que nos vamos a enfrentar”, comentó el salteño, y se extendió en su análisis: “Tenemos que seguir trabajando en las destrezas individuales de cada jugadora y a su vez la toma de decisiones para tener más variantes en el aspecto ofensivo, y a su vez tener mayor solidez en defensa. Tenemos un plantel amplio, porque queremos generar ese recambio necesario, y es importante tener un grupo amplio para mejorar la competencia interna y mejorar el camino del desarrolló hacia la alta competencia”, indicó García.

La capitana María Paula Pedrozo también ensayó un análisis de este acontecimiento histórico: “Estamos sumamente contentas, aún lo seguimos celebrando. Creo que tanto esfuerzo y dedicación lo ameritan. En la propuesta, seguimos trabajando firmemente en el sistema defensivo, intentamos ser un equipo más agresivo y compacto. Además, hicimos foco en lo psicológico y lo emocional. Tener las ideas y los objetivos claros es un aspecto clave. Hablamos siempre de un trabajo invisible y de entregar un poquito más. Nos fuimos vacías y con hambre de crecimiento”, expresó la jugadora nacida en Concordia, pero que de pequeña se mudó a Misiones, donde conoció este deporte en Carayá Rugby Club, luego vistió los colores de Centro Naval y actualmente se desempeña en La Salle.

En el repaso de esta conquista, Pedrozo profundizó: “Es un gran logro para el rugby argentino. Fue el sueño de muchas camadas de chicas, y nosotras pudimos dejar la bandera en lo más alto. Nos ilusiona ser parte de esta gran historia, y nos entusiasma poder apuntar a más. Nos propusimos concentrarnos en ir de a un escalón por vez. Dividimos a cada partido en dos fases, y en cada una de ellas propusimos un nuevo comenzar; de esa manera, no tuvimos tiempo de evaluar la superioridad que se podría llegar a ver en cada juego. Necesitábamos mantenernos fuertes y con un perfil bajo. El staff viene haciendo un buen trabajo, esto principalmente es mérito de ellos, porque marcan un camino interesante y todas las chicas tenemos ganas de seguir ese camino”, señaló la líder del combinado argentino. Con la satisfacción de haber cumplido el objetivo propuesto, la delegación argentina regresó al país con un nuevo acompañante: el trofeo de campeonas sudamericanas.